La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo. Se trata de un recubrimiento que, en el caso de los seres humanos, se compone de una capa exterior (denominada epidermis) y de otra interior (que recibe el nombre de dermis). Su función es la de protegernos y aislarnos de los agentes externos. Por esta razón, la piel corporal, requiere de cuidados que a veces no le proporcionamos y eso se refleja en un aspecto dañado. Una piel deshidratada, áspera al tacto y que se descama con facilidad está reclamando una reparación.